La lectura nos hace descender al mundo de las palabras (ilustración de Orange B. Graphic Studio)
Los números (Mary Cornish) 
Me gusta la generosidad de los números. 
La disponibilidad, por ejemplo, 
que demuestran para contar 
personas o cosas: 
dos pepinillos, una puerta de habitación, 
ocho bailarinas engalanadas como cisnes. 
Me gusta la docilidad de la suma 
-añadir dos tazas de leche y batir-, 
su sentido de la abundancia: seis ciruelas 
en el suelo, tres más 
cayendo del árbol. 
Y la tabla de multiplicar 
peces por peces, 
su lomos plateados reproduciéndose 
bajo la sombra 
de un barco. 
Ni siquiera la resta representa una pérdida, 
sino incorporación a alguna otra parte: 
de cinco gorriones echaron a volar dos, 
los dos están ahora 
en otro jardín. 
Hay una amplitud en la división, 
cuando abres la comida china 
cajita a cajita, 
y dentro de cada galleta de la suerte 
aguarda una nueva fortuna. 
Y nunca dejaré de sorprenderme 
por el regalo del resto, 
liberado al final: 
cuarenta y siete dividido entre once es igual a cuatro, 
y quedan tres. 
Tres niños a los que llaman sus madres, 
dos italianos haciéndose a la mar, 
un calcetín que no está dondequiera que busques. 
Poesia Infantil i Juvenil