Este verano he encontrado un libro de Emili Teixior publicado en 1988 y titulado "El crimen de la Hipotenusa"
El primer capítulo empieza como sigue, te propongo que leas sólo lo que aparece en color rojo y que adivines a quién se refiere la hipotenusa que da nombre al título.
Cuando llegué a la escuela aquella mañana de mediados de diciembre tenía
el corazón encogido, y no por culpa de los primeros fríos que habían
llegado a la ciudad aquella noche. Todo el mundo había desenterrado los
abrigos, las cazadoras y las bufandas del fondo de los armarios, y
andaba de prisa, como empujado por el viento helado. Pero yo sabía que
mis temblores no eran de frío, sino de miedo.
El miedo a enfrentarme con el jaleo que provocaría en el colegio el asesinato de la Hipotenusa. La Hipotenusa, con mayúscula de nombre propio.
Es decir, no de nombre propio. De apodo propio, o sea, de sobrenombre de persona. La Hipotenusa. La señorita Cinta Olius, alias la Hipotenusa,
profesora de matemáticas de nuestro curso. Asesinada aquella misma noche.
Los compañeros de cursos superiores la llamaban también la Cinta de Moebius, pero daba igual: ninguno de sus malos nombres la había salvado del sacrificio, suponiendo que todo hubiera salido como estaba previsto.
El jaleo, la alarma y el desconcierto que produciría la noticia, el notición, si corría la voz por el colegio, sólo serían comparables al estallido de su resurrección. Porque una mujer con un carácter tan fuerte como el de aquella profesora, que se jactaba de mantener a sus alumnos tiesos como reclutas y de no dejar que pasaran curso ni una parte infinitesimal de estudiantes que no hubieran sudado todos los números, incluso los números imaginarios, seguro que no se quedaría quieta y tranquila en su tumba para siempre jamás.
El miedo a enfrentarme con el jaleo que provocaría en el colegio el asesinato de la Hipotenusa. La Hipotenusa, con mayúscula de nombre propio.
Es decir, no de nombre propio. De apodo propio, o sea, de sobrenombre de persona. La Hipotenusa. La señorita Cinta Olius, alias la Hipotenusa,
profesora de matemáticas de nuestro curso. Asesinada aquella misma noche.
Los compañeros de cursos superiores la llamaban también la Cinta de Moebius, pero daba igual: ninguno de sus malos nombres la había salvado del sacrificio, suponiendo que todo hubiera salido como estaba previsto.
El jaleo, la alarma y el desconcierto que produciría la noticia, el notición, si corría la voz por el colegio, sólo serían comparables al estallido de su resurrección. Porque una mujer con un carácter tan fuerte como el de aquella profesora, que se jactaba de mantener a sus alumnos tiesos como reclutas y de no dejar que pasaran curso ni una parte infinitesimal de estudiantes que no hubieran sudado todos los números, incluso los números imaginarios, seguro que no se quedaría quieta y tranquila en su tumba para siempre jamás.
(...)
siempre vestida de gris, siempre con su enorme cartera de repartidor de
correos repleta de libros y papeles, y los zapatos de tacón alto para
ganar unos centímetros ... Y siempre con los nombres de Pitágoras,
Arquímedes, Euclides, Cantor ... en la boca. ¡Y Tales de Mileto, claro!
¡Faltaría más! ¡Imposible olvidarse del insigne Tales de Mileto! ¡Pobre
Hipotenusa inocente!
Un libro que os recomiendo, bien escrito, como nos tiene acostumbrados Emili Teixidor, y en el que aparecen muchos otros temas: la necesidad de estar integrado en el grupo, la importancia de defender las ideas aunque sean minoritarias...; la asignatura de la que es profesora la Hipotenusa es anecdótica, las cualidades y defectos de esta profe, quiero pensar que no va asociado a la asignatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario